¡Tierra trágame!

Esos momentos de vergüenza total, se acentúan con la maternidad/paternidad. Pataletas en medio de la calle (que hay que ignorar, aunque te estén mirando tres o cuatro personas con cara de reprobación, mientras asienten), verdades como puños que ofenden («mamá en el ascensor no, que ese vecino está muy gordo y no cabemos«) y situacionesSigue leyendo «¡Tierra trágame!»

Cena «romántica»

Pasar de «cena romántica» a cena «romántica» es fácil. Sólo hace falta estar un pelín desesperada ante la posibilidad de los niños bañándose despacio, cenando tranquilamente y rondando por ahí mientras su padre y yo esperamos (sin dormirnos) a que ellos sucumban por fin. La tarde se presentaba más bien movida. Mi marido y yoSigue leyendo «Cena «romántica»»

¡Apúntate a zumba!

Porque con la zumba te liberas del estrés, te pegas unos bailes y, yo personalmente, he ganado en humildad. Todo viene por mi pequeño problema de coordinación, que probablemente tenga su origen en la más tierna infancia, pero que desde luego es una carencia que ha quedado patente en mi clase de zumba. Pensaba yo que eraSigue leyendo «¡Apúntate a zumba!»